Azúcar: consejos para reducir su consumo

Comer demasiado azúcar puede ser devastador para la salud. Se ha demostrado que el azúcar añadido, que es el que se encuentra en los refrescos, los dulces y otros alimentos procesados, contribuye a la obesidad, la diabetes de tipo 2, las enfermedades cardíacas, el cáncer y la caries dental.

La Organización Mundial de la Salud recomienda que menos del 5% de las calorías procedan de azúcares añadidos para gozar de una salud óptima.

Sin embargo, puede ser un reto eliminar los azúcares añadidos de tu dieta. Reducir el consumo de azúcares añadidos es una gran decisión para llevar un estilo de vida más saludable. Aunque hacerlo no siempre es fácil, los beneficios merecen la pena, ya que se ha demostrado que el azúcar añadido tiene efectos negativos en el organismo.

Si estás acostumbrado a comer regularmente alimentos azucarados como pasteles, helados, cereales de desayuno azucarados, caramelos y galletas, y bebes habitualmente bebidas azucaradas, puede que te lleve tiempo reducir tu dependencia del azúcar añadido. Afortunadamente, incluso los pequeños cambios en la ingesta de azúcar pueden afectar significativamente a tu salud en general.

Nuestros consejos

1. Cambia las bebidas azucaradas por agua. Deja de lado los refrescos azucarados, los zumos de frutas y las bebidas energéticas y sustitúyelos por agua corriente o con gas. Si necesitas un impulso de sabor, añade un poco de menta o rodajas de limón o lima.

2. Empieza el día con poco azúcar. En lugar de coger esa caja de cereales azucarados o un donut escarchado, alimenta tu cuerpo con una tortilla rica en proteínas y fibra hecha con verduras y una guarnición de aguacate y bayas frescas.

3. Lee las etiquetas. Muchos alimentos y condimentos son fuentes furtivas de azúcar añadido. Lee las etiquetas de productos como los aderezos para ensaladas, la salsa barbacoa, los paquetes de avena y la salsa marinera para detectar el azúcar añadido.

4. Elige snacks sin azúcar. Tu granola o barrita de proteínas favorita puede estar repleta de azúcares añadidos. Elige tentempiés ricos en nutrientes, como frutos secos y semillas, fruta entera y mantequilla de frutos secos, humus y verduras, o huevos duros cuando necesites repostar.

5. Replantea el postre. En lugar de buscar tu bote de helado favorita o tu barra de caramelo favorita después de la cena, compruébalo contigo mismo. ¿Tienes realmente hambre o tu dosis de azúcar nocturna es un hábito difícil de romper? Si realmente tienes hambre, elige algo rico en proteínas y grasas saludables, como un puñado de nueces de macadamia o un yogur griego sin azúcar con bayas y coco sin azúcar.

Optimizar la densidad de nutrientes de su dieta en general puede ayudar a mejorar la salud y puede ayudarle a reducir el azúcar añadido. Céntrate en los alimentos integrales y no procesados, como las verduras, las frutas, las legumbres, los frutos secos, las semillas, las aves de corral, los huevos y el marisco.

 

Adriana Martín
Nutricionista